El concejal del Ayuntamiento de Coslada Fernando Romero anunció este jueves oficialmente su abandono de la militancia de Más Madrid, una decisión que aseguró haber tomado “hace más de seis meses” y que, según explicó, responde a “un profundo desacuerdo con la deriva” del partido y a situaciones internas que describió como “acoso”, “bullying” e “invisibilización” por parte de la dirección regional.
Romero convocó a los medios de comunicación para exponer públicamente los motivos de su salida y para detallar lo que considera una crisis interna dentro de la formación en Coslada que, en su opinión, habría trascendido el ámbito político local para convertirse en una intervención directa de la dirección autonómica de Más Madrid. Su compañero de grupo, Luis Arteaga-también concejal-, no participó finalmente en la rueda de prensa, pero, según el propio Romero, ha tomado la misma decisión y remitirá un comunicado por escrito.
Una decisión tomada hace meses y comunicada al alcalde
Romero comenzó su intervención confirmando su salida inmediata del partido:
“Abandono la militancia de Más Madrid y recupero mi libertad, al menos la libertad de votar”, aseguró. El concejal remarcó que su decisión “no es nueva”, sino una determinación “tomada hace más de seis meses”, con independencia de los conflictos internos que han estallado en la organización local durante los últimos meses.
Afirmó que ya había comunicado esta decisión al alcalde de Coslada, Ángel Viveros, «hace tiempo», pero que por “lealtad institucional” y por la responsabilidad que implican determinadas votaciones, como presupuestos, remanentes o decisiones estratégicas para la ciudad, decidió esperar. Según dijo, el regidor le pidió entonces que no precipitara su salida para evitar inestabilidades en el gobierno municipal. “En aquel momento entendí que era razonable y decidí posponerlo”, explicó.
El concejal, sin embargo, indicó que hoy se arrepiente de haber retrasado la decisión, después de meses en los que, afirma, la dirección del partido habría actuado para “enrocarse en los sillones” y limitar su autonomía interna.
“Más Madrid se ha convertido en un partido vertical”
Uno de los ejes centrales de su intervención fue la crítica directa al funcionamiento interno de Más Madrid. Romero describió una organización donde, según él, se ha impuesto una estructura “muy vertical, de orden y mando”, que habría sustituido la horizontalidad fundacional del partido.
“En cuanto no estabas alineado con la dirección, te ponían la etiqueta de díscolo”, señaló. Según explicó, esta dinámica habría generado un “goteo de abandonos” en distintas asambleas locales de militantes que, como él, apostaban por estructuras más abiertas y por la limitación de mandatos en cargos públicos.
Romero también recordó que su distanciamiento con la cúpula autonómica se agravó tras apoyar públicamente, mediante una carta, a una candidatura alternativa a la oficial en el último congreso interno. «Había dos candidaturas oficiales y yo aposté por la tercera», ha asegurado. A partir de ese momento, afirmó, “cambió completamente la actitud hacia mí”.
Denuncias de “acoso”, “invisibilización” y aislamiento interno
El concejal dedicó buena parte de su discurso a detallar lo que calificó como un comportamiento “inaceptable” por parte de la dirección del partido, y que definió directamente como un acoso político.
Entre los hechos expuestos mencionó su exclusión de redes sociales oficiales: “Es algo que cualquiera puede comprobar entrando en las redes de Más Madrid Coslada: desaparecí”; su expulsión de grupos internos de coordinación, quedando solo en uno de ellos; su apartamiento de actividades institucionales del partido. Así como indicaciones para que “no interactuara con dirigentes de Más Madrid.
También ha denunciado episodios de aislamiento visible en actos públicos: “Las fotos están ahí: yo de un lado y ellos de otro”.
Romero aseguró también que, en una ocasión en la que ejerció como alcalde en funciones, la dirección autonómica se negó a reunirse con él en una cita prevista con alcaldes del partido, impidiéndole incluso el acceso a la Asamblea de Madrid. El Ayuntamiento de Coslada remitió una nota de protesta que, según dijo, “nunca fue respondida”.
Un expediente interno “exprés” y la suspensión de militancia
El detonante final de la ruptura entre el concejal y la dirección fue, según su relato, la apertura de un expediente disciplinario el pasado 4 de noviembre. De acuerdo con Romero, la denuncia fue registrada y resuelta “en menos de ocho horas”, concluyendo en su suspensión cautelar de militancia.
El edil asegura que este proceso interno “no es normal en ningún partido” y que evidencia la intención de la dirección de apartarlo. El expediente, según detalló, se basa en tres hechos: Tres entrevistas concedidas a medios locales, una manifestación pública en redes sociales donde reconocía la división interna y una crítica a la gestión de la concejal responsable de residuos en un pleno municipal (Sonia Murillo).
“Parece que no puedo dar entrevistas ni a vosotros”, dijo dirigiéndose a los periodistas. “Me tienen que pasar el guion. No tengo libertad de decir las cosas”. Aun así, afirmó que responderá “punto por punto” a las acusaciones en un ejercicio de transparencia.
La crisis interna de Más Madrid en Coslada
Romero dedicó varios minutos a explicar cómo, en su opinión, el partido habría desestabilizado de forma deliberada al equipo de gobierno local. Recordó que todos los grupos que integran el Ejecutivo -incluido Más Madrid- habían acordado un documento de funcionamiento interno para reducir tensiones. “El reglamento se incumplió al día siguiente”, afirmó.
El concejal señaló que la ruptura se agravó cuando el gobierno municipal consensuó la necesidad de retirar las competencias de residuos sólidos urbanos a la concejala Sonia Murillo tras los problemas de recogida de basuras del verano. Pese a que, según Romero, todos los portavoces del gobierno estaban de acuerdo, Más Madrid respondió con una denuncia directa hacia él, hacia su compañero Luis Arteaga y hacia un militante más.
“La denuncia fue una bomba de relojería colocada por Más Madrid”, sostuvo. “La intención era desestabilizar al gobierno local”.
También afirmó haber recibido presiones para despedir a su asesor -pareja de una de las concejalas alineadas con la dirección autonómica-. Tras destituirlo por “falta de confianza”, asegura que el partido presionó al gobierno para apartarlo a él mismo del Ejecutivo.
Sobre la moción de censura: “Es un bulo”
Preguntado por los rumores sobre una posible moción de censura en el Ayuntamiento de Coslada, Romero negó cualquier implicación. Afirmó que incluso esa acusación aparece en su expediente disciplinario como uno de los motivos para su expulsión.
“El último rumor es que mañana viernes estamos convocados para firmarla”, ironizó. “Veremos si es otro bulo o una maniobra para ocultar lo que está ocurriendo en Más Madrid”.
Confirmó que su intención es acabar la legislatura como concejal no adscrito, manteniendo su compromiso con la ciudad: “Mi responsabilidad es con los ciudadanos, no con la estrategia del partido”.
Un golpe personal y político: “Estoy decepcionado”
En el plano personal, Romero expresó una profunda decepción con varios miembros del partido, incluido el secretario municipal, Óscar Garretas, a quien considera amigo y que -según afirmó- le ha denunciado por acoso laboral siguiendo indicaciones de la dirección.
“No hago responsable a él personalmente. Lo disculpo. Pero estas situaciones te hacen ver que, al final, el enemigo lo tienes dentro”, lamentó. También expresó frustración con las dos concejalas del grupo que, según él, han priorizado la obediencia al partido sobre los intereses de Coslada (refieriéndose a Paz Garretas y Sonia Murillo): “No han medido las consecuencias”.
El futuro: seguir en política local y mantener los proyectos iniciados
Pese a la fractura, Romero aseguró que seguirá trabajando en los proyectos municipales que lidera, especialmente en áreas como energías renovables, comunidades energéticas industriales y otros planes estratégicos.
“Me encantaría hablar de todos los proyectos en los que estamos trabajando. Eso es lo importante para los vecinos”, recalcó.
Aunque reconoció que aún no ha tomado decisiones sobre su futuro político a largo plazo, pidió a la ciudadanía “un voto de confianza” para seguir desarrollando su labor desde su nueva condición de concejal no adscrito.
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