El pasado mes de febrero se perdía la pista de Ana María Knezevich una mujer estadounidense que residía en Madrid. Tras una ardua investigación, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, detuvieron al exmarido, David Knezevich en Estados Unidos.
Las cámaras de seguridad del edificio donde vivía la víctima (en el barrio Salamanca) la grabaron por última vez el 2 de febrero, sobre las 2 de la tarde, ese mismo día, las cámaras grabaron también al exmarido, escondido debajo de un casco de moto, entrando sobre las 21:30 horas y saliendo una hora después.
El hombre tapó las cámaras con un spray negro, sin embargo, las imágenes lograron captar el momento. Una grabación clave para que el equipo de investigación pudiera seguir el rastro de los productos comprados. Y ahí fue donde llegaron hasta la ferretería de Coslada, donde David compró el spray y cinta adhesiva, según publica laSexta Noticias.
Esto ha sido clave para avanzar en el crimen de la mujer, que podría haber tenido un móvil económico, ya que el matrimonio tenía que repartir a medias el patrimonio de unos 15 millones de dólares que habían creado con su empresa tras el divorcio.
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